Zaida Ferreiro, Ingeniera Industrial y delegada de A Coruña: “Animaría a estudiar Ingeniería Industrial a las mujeres que se sientan atraídas por el sector técnico en cualquiera de sus vertientes”.
Zaida Ferreiro trabaja como profesora, además de ejercer el ejercicio libre de la profesión y ser delegada de A Coruña.
-¿Cómo descubrió su vocación por la Ingeniería Industrial?
-Con la vocación se nace, y se va forjando a lo largo de los años. Siempre sentí pasión, curiosidad y comodidad en todo lo relacionado con la tecnología, la matemática, el análisis. Sin embargo, no existe un hito en mi vida que determine el momento de ese descubrimiento, sino más bien fue un fluir vital hacia esta profesión, en la que siento que encajo y que me permite desarrollar todas mis inquietudes por su versatilidad y espectro de campos que abarca. Tal es así que la Ingeniería Industrial me ha llevado a desempeñar también funciones no directamente relacionadas con la misma.
-¿En qué áreas de la Ingeniería Industrial desarrolla actualmente su trabajo?
-Mi actividad profesional actual es tan versátil como mi profesión. Lejos de estar anclada a una única área, desarrollo mi ejercicio en distintos campos. Entre otros, me dedico a la docencia, para lo cual reconozco haber sentido siempre también una gran vocación. Paralelamente soy empresaria y además de ello colaboro con empresas, organizaciones y compañeros de profesión en el ejercicio libre de la misma, en proyectos principalmente de gestión. Adicionalmente, realizo otras actividades profesionales no relacionadas con la Ingeniería Industrial, pero para las cuales mi profesión supone un plus ya que, aunque mi perfil sea eminentemente técnico, la Ingeniería Industrial nos confiere una forma de trabajar eficaz y eficiente y una capacidad de aprendizaje y análisis extrapolable a múltiples campos tan dispares como el marketing, los recursos humanos o el sector audiovisual.
-¿Qué es para usted el ICOIIG y qué función tiene de cara a la sociedad?
-El ICOIIG representa para mi tres aspectos fundamentales. El primero de ellos es el hogar de los Ingenieros Industriales, un foro en el que compartir, consultar y enriquecerse entre iguales, tanto a nivel profesional como en el ámbito lúdico. El ICOIIG en este sentido es para mi el punto de encuentro clave de nuestra profesión. En segundo lugar, el ICOIIG supone un vehículo de relación entre los Ingenieros Industriales y la sociedad y organismos públicos y privados, a través de sus órganos y representantes. Y en tercer lugar, supone un órgano necesario y fundamental para la defensa de nuestra profesión y titulación, que protege nuestro ámbito de actuación de manera colectiva, y en con ello nuestras competencias. Sin duda esta es, en mi opinión, una de las principales funciones de nuestro Colegio.
-¿Cuál es su cometido dentro de la Junta de Gobierno del ICOIIG?
-Como delegada de A Coruña, dentro de la Junta de Gobierno represento a los más de seiscientos colegiados adscritos a esta Delegación. Mi función es la de hacer las propuestas y tomar las decisiones más acertadas para el funcionamiento adecuado de la Delegación, teniendo también en cuenta los intereses individuales de los colegiados. Además de ello, velamos por los intereses del colectivo gallego de colegiados en su conjunto en todo lo que desde la Delegación podamos aportar o nos venga propuesto desde la propia Junta.
-¿Qué hito destacaría de su carrera profesional?
-He de comenzar esta respuesta reflexionando que hay dos tipos de hitos en mi carrera profesional: los visibles y los que no lo son. Dentro de los primeros, destacaría el reconocimiento recibido por el ICOIIG por mi Proyecto Fin de Carrera: “Diseño de una central de conservación de alimentos frescos mediante métodos radiactivos”, que supuso para mi una gran motivación al inicio de mi carrera profesional. Asimismo, en 2018 fui galardonada con el Premio Escolástico Zaldívar de Prevención. Este reconocimiento a nivel nacional me llena de orgullo y satisfacción. Pero sin duda alguna, los hitos que considero más relevantes son aquellos que, gracias al ejercicio de mi profesión sobre todo en materia de Prevención, no han llegado a ocurrir. Estoy refiriéndome a los accidentes que no llegan a producirse gracias a las acciones de Prevención, que salvan vidas y recursos. Se trata de hitos invisibles que cambian y mejoran nuestras vidas y nuestro entorno de una forma silenciosa pero no por ello menos importantes.
-¿Cómo ve la Industria en Galicia?
-La industria gallega ha evolucionado enormemente en los últimos 50 años, y sin embargo su potencial de crecimiento y desarrollo queda patente por los recursos naturales de nuestra región y el estado actual de nuestra industria. Cobran especial relevancia en Galicia el sector textil, automovilístico, pesquero, forestal, energético, … que ahora se ven sometidos a, desde mi punto de vista, tres grandes retos: la digitalización, la sostenibilidad y la adaptación a la economía circular, y es alrededor de estos ejes que tiene que pivotar cualquier actividad presente y futura. El rol del Ingeniero Industrial es el denominador común para fraguar estos pilares y Galicia demuestra tener buena cantera para llevar a cabo este reto.
-¿Cómo alentaría a la nueva generación de mujeres a estudiar Ingeniería Industrial?
-Mi consejo para las mujeres de las nuevas generaciones es que estudien aquello que les entusiasme, aquello en lo que se sientan cómodas en el presente y en su ideal de futuro. Desde mi punto de vista, las mujeres no debemos cambiar el rumbo de nuestros deseos o aspiraciones para demostrarnos algo a nosotras mismas o a la sociedad, sino que debemos seguir el fluir natural de nuestras vidas esforzándonos por alcanzar nuestras aspiraciones seas cuales sean, porque sólo de esta forma nuestras decisiones se mantendrán firmes en el tiempo y nos reportarán felicidad. Animaría a estudiar Ingeniería Industrial a las mujeres que se sientan atraídas por el sector técnico en cualquiera de sus vertientes, mujeres a las que les atraiga la ciencia, mujeres con inquietudes en distintos ámbitos, ya que esta titulación y, por ende, esta profesión, abre puertas más allá de lo estrictamente industrial. Es una carrera en la que se aprende a ser eficaz, a ser eficiente, a gestionar el tiempo, a gestionar las capacidades, a superarse a uno mismo, a caer y levantarse… y estos son aprendizajes para la vida que se trasladan al ámbito profesional y marcan una diferencia en el mañana. La versatilidad de la carrera de Ingeniería Industrial es sin duda notable respecto a otras carreras y otras ingenierías, por lo que supone el inicio de un camino con múltiples ramificaciones. Creo que si hoy volviesen a nacer Leonardo da Vinci o Madame Curie estoy segura que serían un ingeniero o una ingeniera industrial, pues no hay ninguna otra oferta académica tan amplia en la profundización de conocimientos teóricos con capacidad de trasladarse a la acción y a procesos o productos de utilidad pública en tantos ámbitos.