El valor diferencial y la clave de éxito de la actual ingeniería industrial es su carácter profesional generalista y multidisciplinar, con sólida formación en materias básicas (física, química, matemáticas y dibujo) con unos profundos conocimientos en mecánica, química, electricidad y organización, así como una gran capacidad para la asimilación rápida y gestión de diferentes disciplinas y tecnologías, por complejas que sean.
Hay estudios que revelan la evidencia de que el entramado industrial del país reclama un ingeniero generalista, con fuerte componente de gestión pero con una enraizada base tecnológica.
Resolución de los problemas técnicos planteados, como en el diseño e implantación de nuevas tecnologías en el proceso productivo.
La Orden CIN / 311 / 2009 fija las bases para la elaboración de los planes de estudios conducentes a la obtención del título de ingeniería industrial así como los conocimientos, capacidades y competencias asociados a esta titulación. Para ser Ingeniero Industrial se debe cursar un máster que reúna los requisitos recogidos en esta Orden.
Los ingenieros industriales deben estar inscritos a Colegios territoriales para poder ejercer en el territorio español. Basta con incorporarse a uno de ellos, el que corresponde al domicilio profesional, único o principal.
La ingeniería industrial es sin lugar a dudas la carrera que ofrece una formación más polivalente, y por tanto con más proyección de futuro, ya que capacita para desempeñar puestos de responsabilidad en cualquier sector ya sea productivo, financiero, tecnológico o comercial.
El ingeniero industrial gestiona, implementa y establece estrategias de optimización e integra técnicas y tecnologías con el objetivo de lograr una producción y gestión competente, segura y cualificada. Todo ello hace de ella una de las titulaciones especializadas más demandadas por la sociedad.