Finalizamos el mes de Septiembre con una nueva entrevista de las ICOIIG TALKS, unas charlas distendidas con compañeros de diferentes especialidades y sectores en torno a la ingeniería industrial.

Con nuestro cuarto invitado Juan Ramón Fernández y Jorge, hemos hablado de la figura del ingeniero industrial en la internacionalización de las empresas, ya que cuenta con amplia experiencia en sus 46 años de actividad profesional.

Durante esta charla repasamos esta larga trayectoria, iniciándose como becario  en Indubán (Banco Industrial de Vizcaya), pasando después por el taller mécanico auxiliar de la industria naval de su abuelo. Ya en  A Coruña, entra en Grafitos Eléctricos del Noroeste, donde estuvo compaginando más tarde su trabajo con la Ingeniería Sedisa, S.A (Servicios Especiales de Ingeniería); su empresa se une a un grupo Belga y fundan Econoler España. Fue compaginando su trabajo con la empresa de ingeniería, a la vez que viajaba por todo el mundo. En el año 2017 Sedisa compró una empresa portuguesa de ingeniería que tenía concesiones no ejecutadas de hidroeléctricas y Juan Ramón se instaló en Portugal, donse sigue residiendo  ya que su empresa tiene su sede en Guimaraes.  Un largo recorrido al que seguirá sumando años ya que con 69 nos anuncia que de momento no tiene pensado jubilarse.

Tras hablarnos sobre sus viajes, le preguntamos cómo era viajar entonces, y nos comenta que en cuanto a los medios de transporte, el avión era mucho más cómodo y menos humillante (asientos más confortables, mayor distancia, mejor atención, etc). El desplazarse en coche era peor, las carreteras eran las que eran, no había autopistas, sufrías las retenciones motivadas por algunos eventos típicos como ferias, colas en aduanas, etc. Los trenes ni tocarlos ya que las combinaciones no eran buenas.  En cuanto a la forma de pago no se manejaban las tarjetas de crédito, por lo que había que ir con bastante dinero en efectivo en los viajes. Los Hoteles en las capitales estaban bastante bien, pero en algunas poblaciones eran penosos y ya que decir en algunos países. 

Otra cuestión que le planteamos es que aporta el ingeniero industrial a esos países y nos comenta que lo primero que hay que tener en cuenta es que la traducción de ingeniero industrial al inglés se refiere al ingeniero de organización por ello el en su tarjeta de presentación pone Electromechanical Engineer, que es lo más parecido a la figura de ingeniero industrial. Aportamos una visión holística de la empresa, la capacidad total de resolver problemas, no solo técnicos, sino también organizativos.

Sentimos curiosidad de como es trabajar en la India y nos explica que es muy particular, hay muchas anécdotas ya que las mentalidades son muy diferentes, culturalmente la familia es muy importante. Existen problemas como la corrupción, las carencias en educación, las normas las cumplen únicamente de cara al papel, etc. Sin embargo ya que allí se establecen muchas industrias extranjeras gran cantidad de gente habla Inglés y esto les da una ventaja. 

Queremos saber a que retos se enfrenta uno internacionalmente y nos responde que al de la comunicación en los tres sentidos, ser capaz de transmitir lo que quieres sin ofender a nadie, conseguir que los de abajo hagan lo que quieres sin ofender y los iguales también. Esto en el exterior es más difícil. Hace falta mucha humildad y adaptarse a las costumbres y a la idiosincrasia del país. 

Otra cuestión que le planteamos es que capacidad del ingeniero industrial hay que tener en cuenta para dedicarse a lo que tú te dedicas y nos indica que en un principio la formación del ingeniero es generalista  (eléctrica, mecánica, metalúrgica), pero actualmente con las especializaciones se pierde esa visión y mucho más en el marketing que en producción o proyectos, por lo que echa de menos la voluntad y la ambición.

Nos da unas pinceladas sobre lo que es emprender en otro país:

• Tener una organización grande para resistir financieramente.
• A ser posible contar con gente local (socio)
• Saber que teclas mover dependiente de en que país te encuentres.

Nos resume que le ha aportado la ingeniería industrial para llevar a cabo todas estas actividades y destaca la formación holística, la ambición, la capacidad de solucionar problemas, la técnica de planteamientos, el ser consciente de que no hay nada tan simple como parece y el ser consciente de nuestras limitaciones.

Por último le pedimos un consejo para los recién titulados y nos recalca la ambición, el ir siempre hacia delante, el tener los objetivos claros y el tener curiosidad. 

Una vez más, hemos conseguido uno de los objetivos de estos encuentros, el de dar visibilidad a uno de los muchos trabajos que puede realizar el ingeniero industrial. 

¡Un placer haber entrevistado a todo un referente en el mundo de la internacionalización!