Energía Eléctrica: Y ahora que hacemos por Carlos Oliete | ICOIIG

Energía Eléctrica: Y ahora que hacemos por Carlos Oliete | ICOIIG

ENERGÍA ELÉCTRICA: Y AHORA QUE HACEMOS
Por Carlos Oliete Fernández, Ingeniero Industrial y Miembro del Comité de Energía del ICOIIG.

Desde hace un tiempo, y hay que reconocer que, sin mucho éxito, un grupo de profesionales, algunos de la AEGE, venimos denunciando que, sin una política energética, por supuesto definida por expertos, es muy difícil que un país se desarrolle industrial y, por lo tanto, económicamente. Europa, y España dentro de ella, son un claro ejemplo, cuyas consecuencias estamos pagando.

A mediados del 2022, antes de la invasión a Ucrania, se inició una escalada del precio de la energía eléctrica por el encarecimiento del precio de los combustibles fósiles, (carbón, petróleo y gas) a consecuencia del incremento   de la demanda por una salida explosiva de la pandemia. 

La invasión de Rusia, sin duda ha acelerado exponencialmente el problema, sin que nuestros políticos, en España y Europa, tengan claro cómo, técnica, económica y políticamente, enfrentarlo.

--¿Por qué nos ha pasado? Causas estructurales
Un diseño del mercado eléctrico europeo, eficaz para la situación en que nos encontrábamos hace alguna década, se ha mostrado totalmente ineficaz en cuanto las circunstancias han cambiado y España/ Europa, como siempre, no han querido/sabido reaccionar.

Un mercado marginalista, en el que se paga toda la energía generada al precio de la de mayor coste de generación, cuando el precio de todas las tecnologías para generar electricidad era similar, era un diseño óptimo para competir. Ha bastado que, por causas exógenas (pandemia e invasión de Ucrania), el precio del gas se haya disparado para que el mercado marginalista salte por los aires.

--¿Cómo nos ha podido pasar?
Nuestro inmenso ego europeo nos ha impedido ver por donde evolucionaba el mundo. Seguimos considerándonos su ombligo sin darnos cuenta que el eje mundial ha pasado del Atlántico al Pacífico y nos hemos anquilosado en nuestro pedestal de prepotencia, democrática, ecologista y de bienestar, conceptos, por supuesto, deseables y necesarios, siempre que en los aspectos técnicos /económicos sean definidos y planificados por expertos, sin percatarnos de que estaban limitando nuestra capacidad de competir con el nuevo eje económico, EEUU, China, India, etc…, a los que, además, les cedemos la entrada en continentes de futuro desarrollo, como África y Sudamérica, de algunos de cuyos países  hemos salido de manera vergonzante.

--¿Qué se puede hacer?
*En primer lugar, debe ser reconocer los errores cometidos. Ser conscientes de que la globalización, qué ha contribuido a un período de desarrollo muy notable, debe ser replanteada y empezar a considerar la geolocalización, pensando en global, pero actuando, con mayor decisión y eficacia, sobre lo local, debe empezar a aplicarse a nivel español y Europeo. En este sentido la urgente construcción de interconexiones de gas, hidrogeno y electricidad debe ser prioritario, como única manera de conseguir una legislación que permita considerar un único mercado eléctrico europeo.

*Potenciar de manera clara, económica y administrativamente, el desarrollo de todas las energías renovables.
*Mantenimiento, durante el período transitorio necesario para paliar la critica situación actual, de las centrales nucleares, y en lo que se acuerde, de las de carbón y gas.
*Centralizar las compras, poniendo topes a los precios de compra. Por los problemas de suministro en Alemania, el precio de compra de gas en Europa, por pura especulación es muy superior al de otras partes del mundo.
*Durante este período transitorio, topar los precios del gas, y del carbón, aplicados a la generación de energía eléctrica, por supuesto inferior a los 180 €/Mwh fijados por la Comisión y con cargo a Presupuestos la diferencia con los precios de compra centralizada a nivel europeo. Alemania ha anunciado que destinará 200.000 M€ para rebajar el precio de la energía y el gas.
Igualmente poner topes a los precios de la energía no generada con combustibles fósiles, para control de los winfall profits y abaratar la factura. En ningún caso debe ser superior a los 50 €/Mwh, referencia precio anterior a la pandemia.
Estas dos medidas se implantarían en dos mercados marginalistas diferenciados.
*Potencial de manera clara las PPAs, fundamentalmente de renovables, para la industria intensiva en consumo eléctrico.
*Restaurar el sistema de Interrumpibilidad para aquellos casos en que realmente haya contribución a la gestión de la demanda, así como bonificar a las empresas en riesgo de fuga de carbono con los topes máximos fijados, 25% de los ingresos por derechos de emisión.
*Mientras dure el período de precios altos, seguir aplicando descuentos en los costes regulados y en los impuestos en cantidades similares al aumento de recaudación provocada por dichos precios.

--¿Qué podemos esperar?
Solo a través de los necesarios pactos de estado /estados, se podrá conseguir. El problema es que para ello es imprescindible el abandono de políticas partidistas/localistas, que incomprensiblemente, parecen mover las actuaciones de todos nuestros responsables políticos.

Octubre 2022

 

 

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